Cuando se trata de diseñar el interior de cualquier estancia, los colores y cómo se combinan entre ellos juega siempre un papel muy importante ya que puede influir en cómo nos sentimos y en nuestro estado de ánimo. La psicología del color nos ayuda a diseñar una estancia en la que puedas sentirte lleno de energía y vitalidad nada más entrar en ella, cada color puede aportarnos sensaciones distintas.
Los colores cálidos, por norma general dan sensación de calidez y confianza. Suelen ser usados en espacios como salas de estar o comedores. Por ejemplo en el diseño de cocinas, está estudiado que el color rojo aporta una sensación de energía y estimula el apetito.
Por otro lado, los colores fríos aportan relajación y tranquilidad, son colores ideales para dormitorios, baños o estancias destinadas al descanso y la relajación. En concreto los tonos azules ayudan a reducir el estrés y ayuda a tener un sueño y descanso de calidad.
Por último, pero no menos importante, los colores neutros; como pueden ser los blancos, grises y beige se adaptan a cualquier espacio y tipo de decoración. Cuando un espacio está diseñado mayormente con tonos neutros, añadir acentos de colores (tanto cálidos como fríos) siempre son una apuesta segura.
Conocer la psicología del color nos puede ayudar a elegir colores para el diseño de nuestro hogar que nos ayude a percibir una estancia de una forma u otra.